Una abeja golpeando el cristal
Me topé con una abeja golpeando el
cristal
estaba tan agotada, que no podía volar.
Algo ininteligible hace perseverar a
los seres vivos,
bueno no siempre, a veces bajas los
brazos y te rindes,
pero no era el caso de esta abeja
Con una pequeña paleta de madera tomé
un trozo de miel
adhiriéndolo luego a un tallo de
hojas rojas de la jardinera
el pequeño insecto se acercó al
vital alimento.
Disfrutó del banquete con gusto
al menos esa es mi interpretación.
Limpió sus patas y antenas con
calma,
al parecer nunca tuvo miedo a la
muerte.
Se dejó fotografiar una vez, y luego
simplemente,
emprendió el vuelo.
m o r
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