enroló unas hebras de tabaco en su lugar de trabajo,
hace mucho tiempo que no lo hacía encerrado
frente al computador
pero no podía creer lo que estaba sucediendo,
un poco de hedonismo,
con el aroma del humo inundando la habitación
y el intenso café remeciendo el paladar
se habían hecho estrictamente necesarios.
mor
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